Las certificaciones de dispositivos especializados, como los radios de amplio alcance con sistemas reporteadores, son uno de los aspectos a evaluar cuando queremos hacer una buena inversión.
Sin duda, los beneficios de este tipo de equipos son bastante amplios: rastreabilidad de las operaciones, sólida comunicación interna, digitalización de la operación, seguimiento en tiempo real y muchos otros.
Pero, no solo debemos asegurarnos de invertir en dispositivos altamente funcionales, sino también resistentes, sobre todo si se utilizarán en espacios exteriores y en áreas industriales que los expondrán a líquidos, polvo y otras partículas.
Entonces, ¿cuáles son las certificaciones de dispositivos especializados más importantes y en qué consisten?
Precisamente, sobre esto te hablaremos en las siguientes líneas, así que, ¡te invitamos a leer hasta el final!
IP68
Se trata de una certificación internacional que garantiza un alto grado de protección contra agua y polvo, evitando el deterioro o daño inmediato de los componentes del equipo una vez que entran en contacto con estos agentes.
El nombre de este estándar obedece a las siglas de International Protection (IP) y sus números hacen referencia al nivel de protección que proporciona el equipo.
El primer número, en este caso 6, se refiere a la protección contra el polvo, mientras que el segundo – 8 – nos muestra la resistencia al agua.
El número 6, de acuerdo a los estándares internacionales, representa una protección “fuerte” contra el polvo, pues el equipo no permite que este agente ingrese a su interior por ninguna circunstancia.
En tanto, el número 8, en términos de resistencia al agua, refleja que el dispositivo puede sumergirse completamente y no experimentará ningún daño.
Para recibir este elevado puntaje por parte de los organismos internacionales, los dispositivos pasan por una prueba antes de ser lanzados al mercado, en la cual soportan inmersión continua y completa de hasta 30 minutos, a una profundidad superior a 1 metro.
Increíble, ¿cierto?
Eso sí, aunque es técnicamente posible, no se recomienda el uso debajo del agua, al menos no de manera continua, ya que con el pasar del tiempo podrían presentarse daños.
Lo que sí podemos, sin limitaciones, es operar con los equipos en espacios de trabajo industriales en los cuales podría salpicarnos agua o incluso, producirse una eventual caída y sumersión.
IP69K
Esta certificación internacional es “familia” de la anterior. De hecho, también protege contra polvo y agua.
Es por eso que, en términos de resistencia al polvo, el estándar es idéntico al anterior.
Todo cambia, como podemos apreciar en su nombre, en el último número y la letra “K” añadida.
¿Qué significa esto?
Que sea un “9”, en vez de 8, representa un valor adicional para la resistencia al agua, creado por el estándar alemán DIN 40050-9 y replicado en la ISO 20653.
En términos prácticos, el alcance es el siguiente: un equipo con la IP69K no solo puede resistir una caída al agua con total seguridad, sino que también puede mantenerse sumergido durante un tiempo prolongado sin que esto suponga un daño.
Por otro lado, la letra “K” nos dice que el equipo puede resistir el contacto con agua a alta temperatura, lo cual es muy común en espacios industriales de trabajo, como en fábricas relacionadas al giro alimentario, por ejemplo.
MIL-STD-810G
Se trata de una poderosa, respetada y prestigiosa certificación militar, que, por ejemplo, forma parte de los requerimientos del ejército de Estados Unidos para implementar un dispositivo en su operación.
Además de resistencia al polvo y a los líquidos, esta es una de las certificaciones de dispositivos especializados que abarca la durabilidad de acuerdo a los materiales, la mitigación del daño a los impactos y las variaciones drásticas de temperaturas, entre muchas otras cosas.
En total, son 29 las pruebas que debe superar un equipo para presumir de la MIL-STD-810G. Algunas de ellas son:
- Altitud a baja presión: capacidad de operar a alturas de hasta 4750 metros sobre el nivel del mar sin que esto suponga limitaciones en cuanto a funcionamiento.
- Altas y bajas temperaturas: resistencia a ambientes con temperatura tope de 60 grados centígrados y mínima de -33ºC. También, opera de manera óptima aunque la temperatura cambie de manera drástica en cuestión de segundos.
- Humedad: resiste hasta una humedad de 95% al aire libre, por lo cual puede emplearse en los lugares más lluviosos del planeta y en zonas selváticas.
- Golpes: el certificado militar MIL-STD-810G garantiza que el dispositivo podrá resistir al menos 24 caídas desde una altura de 1,12 metros, siempre y cuando todos los impactos no sean en el mismo lugar.
- Vibración: este test abarca alrededor de 83 “sub-pruebas” que garantizan que el equipo no se dañará en medio de diferentes circunstancias de vibración.
- Inmersión: si un dispositivo con la MIL-STD-810G cae al agua y permanece sumergido 30 minutos, a 1 metro de profundidad, no experimentará ningún daño.
- Partículas sólidas: por ejemplo, puede resistir el contacto con partículas de arena a alta velocidad durante hasta 6 horas seguidas. Esto fue pensado para que los soldados puedan utilizarlos en zonas desérticas, pero también garantiza durabilidad en espacios industriales, especialmente en aquellos que conllevan exposición al polvo.
¡Bien! Ahora conoces cuáles son las certificaciones de dispositivos especializados que marcan la diferencia en la resistencia y durabilidad de los equipos!
Dependiendo de tu tipo de operación y necesidades, asegúrate que los dispositivos que compres cuenten con una o varias de ellas.
¡Protege tu inversión y alcanza la optimización inteligente de operaciones!
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