La toma de decisiones en las empresas es un elemento ampliamente analizado en las ciencias administrativas y de negocios.
Sin embargo, todavía son muchas las compañías que experimentan dificultades durante este proceso y que, incluso, cometen errores básicos que merman su efectividad.
En este artículo te mostraremos las 9 dificultades más comunes para la toma de decisiones en las empresas y las claves para superarlas.
1. Insuficiencia de información
Este es sin duda el error y la dificultad más común. En la actualidad, las empresas tienen la oportunidad de disponer de un amplio volumen de datos, pero no todas la aprovechan.
Por esa razón, muchas terminan tomando decisiones a ciegas, que difícilmente brindarán los resultados esperados.
Implementar sistemas de gestión, que centralizan y recolectan los datos, permite migrar a un modelo de análisis mucho más eficiente e inteligente, que se traduce en mejores decisiones.
2. Falta de indicadores previos
Los KPI ayudan a orientar la toma de decisiones en las empresas, ya que delimitan las necesidades de información, las prioridades y los objetivos.
A partir de ahí se pueden definir acciones que realmente generen un impacto en la compañía y sus diferentes proyectos.
En otras palabras, si tienes indicadores de gestión y rendimiento lo suficientemente claros, la toma de decisiones pasará a ser más coherente y racional.
3. Poco compromiso de los colaboradores
Tradicionalmente, la toma de decisiones en las empresas se valora como un proceso exclusivo de los altos mandos.
No obstante, la realidad es que las decisiones son mucho más amplias, coherentes y efectivas cuando también son influidas por percepciones, recomendaciones e insights del resto de los colaboradores.
Es por ello que necesitas fomentar el compromiso de tu equipo de trabajo y hacerlo sentir parte de las decisiones trascendentales de la empresa.
Lluvias de ideas, reuniones de gestión y en general una actitud abierta a las sugerencias e ideas externas forma parte de un liderazgo positivo.
4. Posturas inamovibles
Una de las características de una buena toma de decisiones es que resulta flexible.
Esto quiere decir que puede adaptarse a los tiempos, cambios, nuevas necesidades y otras variables.
Partiendo de esta idea, queda claro que las posturas inamovibles son una gran dificultad y, al mismo tiempo, un error.
Como líder, debes entender que las mismas acciones y procesos no funcionarán siempre, y necesitas estar abierto a los cambios.
5. ¡Temor!
Muchas veces, simplemente las empresas no toman decisiones trascendentales por temor.
Esto va de la mano con la incertidumbre: los líderes no saben qué resultados esperar y cuáles serán las potenciales consecuencias, negativas o positivas.
El temor es una dificultad que puede superarse con la abundancia de información cuantitativa y cualitativa sobre el negocio.
Si sabes sobre qué terreno pisas y tienes proyecciones exactas de las potenciales acciones, estarás preparado y seguro para emprender decisiones de alto impacto.
6. Reactividad
Consiste en tomar decisiones una vez se presentan los problemas, y no con anterioridad.
Para ser proactivo en vez de reactivo, necesitas estudiar tus operaciones para identificar cuellos de botella, dificultades y otras situaciones que te incentiven a tomar cartas en el asunto.
Te invitamos a disponer de un sistema de gestión inteligente, que te brinde visibilidad sobre los procesos, aunque dirijas determinadas operaciones de forma remota.
Los sistemas reporteadores, por ejemplo, son excelentes opciones, ya que se enlazan con dispositivos inteligentes y recolectan información de los usuarios operativos y los procesos en que están involucrados.
7. Nula capacidad de análisis
Este punto va relacionado con lo anterior y con otros de los elementos abordados hasta ahora.
Muchas empresas experimentan problemas en la toma de decisiones porque, a la hora de analizar, se dan cuenta que no tienen capacidad para hacerlo ni elementos tangibles en los cuales basarse.
Esto nos habla de la importancia de disponer de datos y visibilidad que empodere a supervisores y tomadores de decisiones.
8. Falta de análisis externo
Otro error común, que se convierte en una de las principales dificultades para la toma de decisiones en las empresas, es centrarse únicamente en las operaciones internas.
El análisis externo también es fundamental para detectar oportunidades, necesidades del negocio y diferentes acciones estratégicas de gran impacto.
La competencia, la economía e incluso el comportamiento de los consumidores también deben formar parte de tu análisis.
9. No considerar presupuestos y proyectos
Las decisiones deben adaptarse a la situación, estrategia y visión de tu negocio.
Y es que, al final del día, la decisión más acertada es aquella que se puede transformar en una acción realizable y tangible.
Esto último solo será posible si eres realista y defines acciones de acuerdo a las capacidades actuales de tu empresa.
Al mismo tiempo, las decisiones no pueden estar peleadas con los valores, la visión y los objetivos inmediatos del negocio.
En definitiva, la toma de decisiones en las empresas es un proceso complejo que demanda visibilidad de datos, colaboración y una actitud analítica, entre otros principios de éxito.
Si estás buscando información de valor para el crecimiento de los negocios, te invitamos a que eches un vistazo el siguiente post complementario a lo que ya aprendiste hoy por medio de esta lectura:
Los 10 mandamientos que debe cumplir todo negocio para expandirse en 2022